Optimizar la climatización en invierno
Estamos a primeros de enero, el frio ha aumentado y las temperaturas invernales ya son nuestro día a día. Y puede que sea el momento de plantearse, renovar o mejorar el sistema de calefacción de nuestra casa, y siempre con la idea de dar con la mejor solución para climatizar nuestra vivienda de la forma más eficiente y por supuesto para ahorrar energía.
¿Es posible reducir el consumo sin que tengamos que renunciar al confort?
Lo primero que debemos tener claro es que el aparato más moderno y eficiente de calefacción será ineficaz y gastará más de la cuenta si no tenemos un adecuado aislamiento térmico. Aislar correctamente una vivienda es la mejor forma de evitar pérdidas de temperatura y por tanto, y ahorrar energía. Puede suponer unos ahorros energéticos de hasta un 35% en el gasto de calefacción.
Revisemos el aislamiento de nuestra vivienda
Un aislamiento inadecuado supone un gasto considerable de energía debido a que el calor generado en nuestro hogar se escapa por las rendijas de puertas y ventanas. Debemos encontrar los lugares por donde se filtra el frío aire exterior y buscar la mejor solución para impedir un escape de calor.
Los puntos por los que más pérdidas de calor se producen son las ventanas y debe ser el primer aspecto a mejorar. Un buen complemento son las persianas y contraventanas que colaboran en el aislamiento.
Lo mismo nos ocurre con los suelos, es habitual tener la sensación de que nos transmiten frio. Si utilizamos alfombras, evitaremos pérdidas de calor.
Aprovechemos la luz del sol
Durante el día mantengamos las persianas subidas, de forma que el sol penetre en la vivienda y de esta forma aporte calor a las habitaciones, y con la llegada de la noche las cerraremos para evitar las perdidas del calor a cumulado.
Elegir termostatos inteligentes
Podemos ahorrar en nuestro consumo energético, si instalamos sistemas en nuestra calefacción que controlen la temperatura, ya sea global de la vivienda o de cada habitación, de forma que nos ayuden a tener una temperatura de confort adecuada en cada caso.
Temperatura de confort
Todos los estudios nos indican que la temperatura óptima de la vivienda debe estar entre 19 y 21 grados durante el día y por la noche cuando nos acostamos debemos mantenerla entre los 16 y 18 grados, de esta forma al día siguiente el esfuerzo energético para llegar a esos 19-21 no es tran grande.
Mantener temperaturas superiores a los 23 grados hacen que el aire se reseque y al margen de un mayor consumo energético, mucho calor nos producirá sensación de incomodidad.
Revisión anual de los sistemas de calefacción
Independientemente del sistema de calefacción que tengas, es imprescindible que se revise una vez al año (purgar radiadores, revisión de caldera, limpieza o cambios de filtro en bombas de calor, etc…) y de esta forma los aparatos funcionarán de forma óptima y no gastarán mas energía de la necesaria.
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